El pendejo de la bateria

Venía de comprar el pan y me encuentro en la calle con una amiga y su vecina – ¡Hola! – dijo ella – hola – respondí – ¿venís del pan? – (noo, este es pan de la casa, lo que pasa que se estaba aburriendo así que lo saque a pasear pa´que no se aburriera) sip – dije, cuando un sonido desgarrador llegó a mis oídos- ¿que es eso? –pregunté - si, es el pendejo de la batería, me tiene chata, acá discutíamos con (el nombre de la vecina que no recuerdo, así que llamaremos Candy por que se parecía a Candy, bueno mas vieja, con unas parrilladas mas y sin la gracia, bueno no se parecía a Candy!) la Sra. Candy que toca a todas horas sin ni un respeto y que ella le fue a reclamar y él la trató muy mal – me dijo que me fuera a la mierda –dijo la sra Candy.. lo dijo bien bajito, mierda, casi como si estuviera diciendo Voldemort o algo asi – ohh – dije yo pensando que la señora Candy, según mi amiga es una vieja hinchaweas y que posiblemente debe haber sacado al pobre pendejo de quicio – oye me podriai acompañar a decirle que se calle – dijo ella, yo pensé acaso la gente cree que me gusta ir a reclamar por tonteras, que disfruto reclamando, de hecho en mi casa me mandan a reclamar por todo, oye murió la televisión digital, llama a VTR; mira la cuenta del gas esta mal cobrada podis llamar, debe ser por la poca paciencia que tengo… pero bueno – mira es que el pan… – dije- ya po, que a lo mejor con la presencia masculina se impresiona – dijo ella, claro pensé yo el pendejo nunca ha visto un hombre y menos uno tan impresionante como yo (si, puro sarcasmo) – ya… – dije sin alternativa y fuimos a la otra calle con la señora Candy. Yo me quede un poco mas atrás mientras mi amiga se colgaba prácticamente del timbre – dejó de sonar el ruido infernal de la bateria y atendió un cabro como de 16, un pokemon o hardcorito… que se yo, mi capacidad de identificación es nula , emo, pokemones, hardcoritos, metaleros, agro… ahh yo solo identifico punks y góticos. Entonces mi amiga planteaba el problema y la señora Candy metía la cuchara insidiosamente, ahí caché porque el cabro la había mandado a la mierda. Bueno, llegaron al momento de las amenazas – oye tu no tienes ningún derecho a tocar todo el día y a la hora del queso, porque si no te voy a acusar y voy a decirle al de paz ciudadana – decía mi amiga…¿que diablos es paz ciudadana? ¿PAZ? y que hay que ser muy weón pa´ tenerle miedo al de SEGURIDAD ciudadana vestido de amarillo fluorescente y en bicicleta, en eso el pokemon respondió, lo mejor que he oído en mi vida – ¿y qué? No estoy ni ahí, mi papá es ejecutivo de ENTEL – ENTEL!! ohh Dios mío nos tiramos!! la cagamos! en que nos metimos? este weón si que es influyente, se me caen los pantalones de susto… me tuve que enterrar las llaves en la pierna para no reírme a carcajadas de esa respuesta – ¿y? mi tío es gerente de ENTEL – dijo mi amiga cayendo al nivel intelectual del pokemon, mientras la señora Candy miraba con cara de chúpate esa - bueno, las fuerzas de ENTEL están en equilibrio – se me salió y la señora Candy me miró con cara de odio- además tu no soy nadie pa` darme ordenes y yo toco cuando quiero – dijo el pokemon, ahh y me harto el weón – ¿sabí que? es súper fácil, llamemos al sargento Rodríguez , que es el carabinero del cuadrante y va a solucionar el problema al tiro y ahí él verá que hace, si habla con tus papás o te …-decía mientras sacaba mi celular, de ENTEL, y buscaba en mis contactos y llamaba – no, no es necesario si ya si no toco mas –dijo el pokemon todo cagado, mientras yo oía por el auricular, su teléfono no esta autorizado para hacer este tipo de llamadas, para mayor información llame al 103. Si, no tenía ni un peso para llamar por celular, bueno hace como tres meses que no – no, llamé al carabinero no mas – decía la Sra. Candy, a quien yo ya tenía ganas de mandar a la mierda - ya mira, si mientras toque a horas decentes y no estés todo el día, todo bien dije yo. Así, quedaron todos felices... creo. Cuando volvíamos mi amiga me dice: oye y ¿cómo te sabes el número del carabinero del cuadrante? – no, no me lo sé, al sargento Rodríguez lo inventé, llamé al primero de mis contactos (Alejandro) y además no tengo plata en el celular – dije, ella se rió y la señora Candy miro con cara de enojo, imagino que no tiene otra cara, me despedí y volví a mi casa.