miércoles, 23 de noviembre de 2011

Atascada

Casi dos meses sin escribir...

Llegué quince minutos antes, me carga llegar antes porque odio esperar, la mina que estaba sentada al lado sollozaba, lo que hacia de la espera algo peor. Después de cinco minutos esperando y pensar lo penca que es llorar en la vía pública, suena mi teléfono:
-oye tuve un problema estoy atrasada, unos 20-30 minutos, me vas a esperar? espérame porfi
-no es que tenga opciones no?

Entonces media hora más el tiempo que llegue antes ¿por qué xuxa calculé mal? ahora voy a estar acá mucho rato.
Y esta mina que llora, por qué no llora en su casa? probablemente es algo muy penca...mmm... le pregunto? nooo, no, que tontera, oye pero no es muy bueno dejar a alguien que esta así de mal botao, ahh si no soy ná la madre teresa de Calcuta para estar solucionándole los problemas a los demás, ah que exagerao ni te comparai... además vas a estar esperando con suerte poco mas de media hora y no tiene pinta de irse y no vas a aguantar todo ese rato a menos que te vayas pero no te puedes ir porque si esta loca llega antes y no estas, ah pero me puede llamar al celular y si se le acabaron los minutos porque siempre le pasa eso... entonces la única opción es preguntarle a la mina de al lado que es lo que le pasa. Ahora pregunta!... y que xuxa le digo ¿te sientes bien? bah que imbécil lleva llorando 15 minutos, claro que no se siente bien!! bueno dile algo ahora, no, no sé, 1...2...3:

-disculpa, no es mi intención molestarte- Dios mio parezco esos tipos que se suben a la micro a pedir plata- pero...necesitas que te ayude o llamar a alguien?
- no, no gracias, estoy bien
- segura? no hay nada que pueda aydarte?- pregunté
- si, gracias - dijo estando realmente para la cagada
- bueeno - ya trataste de ayudarla si no quiere ya no es culpa tuya
- ehh, mmm lo que pasa... es que mi pololo- dijo después de algún rato de silencio- es decir, mi ex pololo...

Y allí me contó una historia que me pareció triste y tal vez familiar, de como llevaba un pololeo feliz de dos años y medio a pesar sus aventuras y sus desventuras, sus altos y bajos, de cuando terminaron con su pololo, pero que finalmente como ella no podía superarlo, lo mal que lo ha pasado todo lo que hizo y ya han pasado casi dos años ella lo seguía por facebook hasta que él la eliminó y por twitter y para finalmente ahora encontrarse con él, la había invitado a almorzar para decirle que estaba perdidamente enamorado de su polola actual y ahora estaba devastada.
Me dio miedo, dos años sin poder superar el amor, dos años pensando en el mismo tipo, casi el mismo tiempo que estuvieron juntos. Me dijo cuanto extrañaba estar con él los fines de semana, lo feliz que había sido su vida y que ahora no tenia nada , cuando terminó le dije que podía entenderla (y era verdad) y le conté nuestra historia, de cuando te conocí en la fiesta del Pablo y me sacaste a bailar, de como fuimos amigos por mucho tiempo, la vez que nos tuvimos que hacer pasar por pololos, de cuanto odiabas a mi polola de esa época, que al final nunca te pedí pololeo y por lo tanto teníamos fechas de celebración de aniversarios distintas, de cuando tu amiga dijo que como tu eras acuario y yo sagitario nunca íbamos a funcionar y que me reí en su cara, mi incapacidad de aguantarme a tus amigos, de tus celos, de todas las aventuras que vivimos como amigos y como pareja y como nos separamos, al final concluí diciéndole:
Estás atascada porque escoges estarlo, tu vida antes que tu pololo llegara ya era media fome y cuando el llegó lo convertiste en el centro de tu vida desapareciste tu y tus deseos, incluso tus amigos y todo giro en torno a él, ahora que se fue no tienes nada y escoges no seguir sin nada y seguir detrás de él, no escoges avanzar y tomar las riendas de tu vida y hacer algo, luchar por tu yo feliz, buscarte un camino porque la vida es lo que tu eliges hacer de ella... ¿garantiza que lo vas a superar? Mmm no, pero lo que has hecho hasta ahora garantiza que estarás atascada por siempre, levántante y deja de esconderte.
En eso llegó la amiga que estaba esperando asi que me despedí de la niña que lloraba, me dió un abrazo y cuando me iba me gritó:

-Oye!!! como te llamas?

Y me di cuenta de algo, a pesar de haber andado o pololeado contigo harto cuanto tiempo, que nos separamos porque no había otra opción y que a veces aún te extraño, a diferencia de la niña que lloraba, yo escogí no quedar atrapado y avanzar, por eso, a pesar de todo, es que ahora puedo volver a las boludeces de siempre, como escribir acá.